El color es una herramienta muy poderosa a la hora de captar la atención de quién observa nuestra imagen, por lo que debemos utilizarlo con cuidado, ya que puede volverse en nuestra contra. En mi opinión, es más difícil componer en color, o mejor dicho, es más fácil estropear una buena composición por el color, porque si introducimos varios colores diferentes nos pueden distraer del mensaje que queramos transmitir y puede que compitan entre ellos, por eso siempre se dice que una buena fotografía debe contener pocos colores, aunque como siempre, hay excepciones.
Para hacer un buen uso del color hay que conocer muy bien las interacciones entre los diferentes colores y como se relacionan entre ellos. Como hemos visto en el artículo de los conceptos básicos unos colores contrastan entre ellos y otros armonizan. Por esto, necesitamos saber que es lo que pretendemos transmitir o conseguir con nuestra imagen.
Una vez visto el artículo de los conceptos básicos del color y los post sobre el peso y la atracción visual donde también se tratan estos temas, vamos a ver a continuación algunas formas de atraer visualmente con el color, como se consigue y cuando podemos hacer uso de ellas.
Acento de color
Consiste en utilizar un elemento de color que contraste con el resto si que este sea el elemento principal en nuestra imagen. Este elemento ha de ser pequeño para no llevarse todo el protagonismo.
Seguramente a la hora de leer la imagen, el espectador pase del elemento principal a ese elemento de color y luego vuelva al sujeto principal, por eso, nos puede servir como ancla para que el espectador no se salga rápidamente de la fotografía. En la imagen inferior ese punto de color es la persona con vestido rojo (que es el color que más atracción visual genera).
Aislamiento del color
Consiste en conseguir una imagen en la que predominen los tonos neutros e introducir en ella un elemento de color provocando una atracción visual muy grande. Es bastante difícil de conseguir pero cuando se logra el resultado es muy llamativo.
Contraste de color
Consiste en romper una armonía cromática que esté presente en la imagen con un elemento que contraste. Puede ser, como en la imagen inferior, una fotografía en la que predominan los tonos fríos y que rompemos con una zona donde incide la luz cálida del atardecer.
Hay que tener en cuenta que siempre será mejor usar colores complementarios que se sitúen opuestos en el círculo cromático.
