Si existe algo importante antes de apretar el disparador de nuestra cámara es saber que es lo que queremos transmitir o mostrar con esa fotografía y decidir cual o qué va a ser el elemento principal de la misma (el punto focal). En resumen, hay que pensar antes de disparar. Luego será necesario aprovechar el resto de elementos o de la escena para conducir nuestra mirada hacia él o reforzarlo. Y todo esto será mas sencillo si conocemos las herramientas necesarias, es decir, si aprendemos composición.
El hecho de tener claro cual será el centro de interés evitará que deambulemos por la imagen y podremos construir un recorrido visual que haga permanecer más tiempo al espectador en la misma, o bien, reforcemos el mensaje.
También es muy importante a la hora de vender un producto, pues debemos generar todo el peso y atracción visual posible sobre el mismo. Si por ejemplo nos piden que realicemos unas fotos de una marca de café y decidimos una composición con una taza y una cafetera sobre una mesa, no pondremos una servilleta roja a su lado porque le restará protagonismo y hará que compita con el café.
En la foto de portada el elemento principal es la catedral de La Almudena, en Madrid, y lo que hice fue reforzar esa sensación utilizando el recurso del enmarcado natural aprovechando los brazos de una turista que hacía fotos a la misma. De esta forma consigo reforzar esa sensación. En la foto de abajo mi protagonista son las cascadas y lo que hago es que las líneas y la luz me dirijan la mirada hacia el fondo.
